¿Tu vivienda puede producir cáncer?
Si, es posible que el título del post sea un poco clickbait, pero es que hoy quiero hablarte de un tema muy importante del que quizás nunca hayas odio hablar: el gas radón.
¿Qué es el radón?
El radón es un gas radiactivo incoloro, inodoro e insípido. Se produce por desintegración radiactiva natural del uranio que está presente en suelos y rocas (aunque también puede estar contenido en el agua). Este gas emana muy fácilmente del suelo y pasa al aire, donde se desintegra y emite otras partículas radiactivas. Partículas que al ser inhaladas pueden provocar graves daños en la salud.
El radón es una de las principales causas de cáncer de pulmón. Según las estimaciones actuales sobre las proporciones de casos de cáncer de pulmón atribuibles a este gas varían entre un 3% y un 14%.
Su peligrosidad radica en tres aspectos principales: es radiactivo (cuando entra en los pulmones produce una desintegración radiactiva que daña el ADN produciendo cáncer), tiene gran movilidad y es imperceptible (es invisible, incoloro, inodoro e insípido, por lo que no podemos saber si está a nuestro alrededor a no ser que dispongamos de los equipos de medición adecuados).
Y seguro que te estás preguntando ¿qué tiene esto que ver con las casas?
Te lo contamos a continuación.
El radón en los edificios
La mayor fuente de exposición al radón para la mayoría de las personas suele tener lugar sobre todo en el hogar (donde se pasa gran cantidad de horas al día) y los lugares de trabajo interiores.
El radón se filtra en el interior de viviendas y edificios a través de grietas, en las uniones de los diferentes elementos constructivos, espacios alrededor de tuberías o cables o incluso en los poros del material de construcción. El nivel de exposición al radón suele ser más elevado en los sótanos (a partir de 1 metro de profundidad aproximadamente) y espacios habitables que se encuentren en contacto con el terreno, aunque por encima de la planta baja también se pueden encontrar concentraciones importantes.
Dependiendo de la composición geológica del terreno en el que se encuentre tu vivienda, la ventilación de la edificación y la existencia de vías de acceso en las edificaciones a través de los elementos constructivos podemos encontrar concentraciones de Radón que varían desde los 10Bq/m3 hasta los 10.000 Bq/m3.
¿Cómo puedo saber cuánto radón hay en mi casa?
La única forma de saber el grado de concentración del radón en tu casa es a través de una medición con los equipos especializados adecuados. Esta medición la puedes realizar tú mismo adquiriendo alguno de los medidores disponibles en el mercado (filtros de carbón activo para medir el gas Radón, metodología de trazas, medidores de gas Radón electrónicos…) o realizarlo a través de una empresa especializada, que analizará los resultados y en función de los riesgos que encuentre diseñará una serie de medidas para reducir la concentración del Radón en la vivienda.
Si te interesa hacer una medición del gas Radón en tu vivienda debes tener en cuenta que estas mediciones no se realizan de forma puntual (la concentración del gas va a variar constantemente en el tiempo, por lo que para obtener un resultado preciso será necesario realizar mediciones durante varios días) y que, además, deberán realizarse en diferentes estancias concretas, pues, al igual que pueden variar en el tiempo, la concentración de Radón también puede variar de una planta a otra o, incluso en la misma planta, de una estancia a otra.
¿Se está solucionando este problema en los nuevos edificios?
Existen medidas para encarar este problema en la construcción de nuevos edificios, aunque es algo extremadamente reciente.
Aunque hace ya bastantes años que desde la Unión Europea se está advirtiendo de los riesgos del gas Radón y se han ido estableciendo una serie de recomendaciones, no ha sido hasta la promulgación de la Directiva Europea 2013/59/EURATOM que la cosa se ha puesto más seria, ya que es de obligado cumplimiento para todos los países miembros. En esta Directiva se establecía el plazo máximo de febrero de 2018 para establecer las siguientes medidas:
-Establecer normas de seguridad básicas para la protección contra el radón.
-Establecer el umbral de concentración máximo de Radón en viviendas de 300Bq/m3
-Medir y controlar el radón en viviendas, colegios, edificios públicos, lugares de trabajo…
-Obligación de informar a los ciudadanos respecto a la exposición al radón y sus riesgos asociados.
-Efectuar medidas anti-Radón.
Tal y como estarás pensando, más de 3 años y medio después de que finalizara ese plazo, aún no hemos sido capaz de establecer todas las medidas que se exigían desde la Unión Europea.
No obstante, el Código Técnico de la Edificación si se ha adaptado a la Directiva, y ha incorporado en su última revisión del CTE una nueva sección en el Documento DB-HS, denominada Protección frente al gas radón (Si no sabes qué es eso del CTE te recomendamos que leas nuestro post: Qué es el Código Técnico)
En este documento se establecen una serie de medios de los que dispondrán los edificios para limitar el riesgo previsible de exposición al Radón, clasificando los términos municipales en función de su riesgo potencial, y estableciendo unos niveles máximos de exposición al Radón.
¿Cómo puedo aislar mi casa de la exposición al Radón?
Tal y como te hemos comentado, la principal causa de que exista Radón en el interior de los edificios es la falta de estanqueidad de los cerramientos, ya que el gas se puede introducir a través de grietas, uniones, porosidad de los materiales…
Por ello, desde el punto de vista constructivo será necesario diseñar barreras en la envolvente del edificio para evitar la entrada de aire con radón desde el suelo. Algunas posibles soluciones, dependiendo del caso pueden ser: establecer barreras de protección (láminas anti-radón) entre el terreno y los locales habitables, ubicar cámaras de aire ventiladas entre el terreno y la vivienda, despresurización del terreno, ventilación mecánica de las estancias, evitar algunos materiales concretos, etcétera.
Si te interesa acometer obras en tu vivienda para aislarlo de la exposición al Radón te recomendamos que contactes con un arquitecto, ya que dependiendo de como se haya construido tu estas medidas pueden ser muy diferentes para cada caso.